martes, 12 de octubre de 2010

Cultura Tiahuanaco

La cultura Tiahuanaco (llamada tambien Tiwanaku): Es una cultura perteneciente al 2º Horizonte cultural medio "Gran fusion cultural". La Cultura Tiahuanaco (200 a.C. - 1200 d.C.). Es una de las pocas culturas que ha dejado impresionantes vestigios arqueológicos a lo largo de gran parte de territorio para su estudio actual. El primer estudioso en llegar a las ruinas de Tiahuanaco y hacer una descripción detallada fue el cronista Pedro Cieza de León en el siglo XVI, pero el primer arqueólogo en hacer un análisis científico de la cultura Tiahuanaco fue el alemán Federico Max Uhle, a comienzos del siglo XX. Estudiosos posteriores y renombrados de esta cultura han sido elaborados por bolivianos como Carlos Ponce Sanjines y el estadounidense Wendell Bennett.

Historia 


Pedro Cieza de León (historiador Español que vivió entre los años 1.518 y 1.560, escribió Crónica del Perú y una Historia de Nueva España, con interesantes datos históricos y geográficos) escribió después de su visita a esta antigua ciudad allá por el año 1.550 que, era el lugar más antiguo de cuantos había visto hasta ese momento después de su viaje por tierras andinas. De igual modo, recogió de los nativos del lugar la leyenda del origen de esta ciudad, producto del trabajo de una sola noche de unos seres Gigantescos en tiempos anteriores a un gran Diluvio.
Terremotos, climatología adversa y la continua expoliación de las ruinas tanto en tiempos antiguos como en los modernos, han hecho muy difícil establecer quiénes y cuándo construyeron TIAHUANACO. Los sectores más conservadores estima su antigüedad en torno a los 3.000 años, pero no falta gran cantidad de investigadores que retroceden a tiempos mucho más remotos su construcción.
El caso más famoso de estas teorías revisionistas sobre la antigüedad de TIAHUANACO lo constituye el trabajo llevado a cabo por Arthur Posnansky, quien estableció una edad mínima para las ruinas de unos 14.000 años, después de haber y medido como pocos han hecho cada uno de los edificios y estudiado sus alineaciones astronómicas.


Arquitectura 



Es muy poco lo que se puede ver en la actualidad sobre esta superficie; el primer contacto con unas ruinas de las que tanto se han hablado y cuyo renombre como santuario nacional de los bolivianos es tan considerable, resulta verdaderamente decepcionante. Lo que realmente impresiona es la magnificencia del paisaje montañoso, el aire tenue y fresco, recalentado por el sol tropical de los días buenos, y algunas estatuas de piedra de aspecto más o menos arcaico; pero por encima de todo la famosa Puerta del Sol, tallada en un solo bloque de andesita, el símbolo de Tiahuanaco tantas veces descrita. No ha faltado quien ha visto en ella la obra de una raza de gigantes antediluvianos. Esta puerta monolítica fue colocada en el lugar que hoy ocupa en época muy reciente, el año 1903, y seguramente cambió de lugar otras veces. Es probable que se tratara de la entrada de un gran templo, desaparecido hace ya muchos años. En la parte superior, muy extensa, sobre la angosta y baja apertura de la puerta, está esculpido un relieve llano, cuyo dibujo recuerda los tapices de esta misma época. En el centro vemos una divinidad erguida sobre un trono escalonado y con cetros en ambas manos. Los bordes de sus ropajes están adornados con cabezas humanas reducidas; en esta figura central se ha querido ver al dios del Sol, porque su rostro, de mirada fija despide rayos en todas direcciones, terminados en una cabeza de animal. En tres frisos, colocados uno sobre otro, se representan seres mitológicos alados, con una rodilla doblada y coronas dentadas en sus cabezas, avanzando hacia la divinidad central. En sus manos sostiene algo que semeja también un cetro. La figura de los frisos superior e inferior tienen cabezas humanas con grandes ojos redondos, mientras que las del friso central elevan hacia el sol sus cabezas de cóndor o de águila. En los tres frisos los personajes tienen extremidades humanas.
En la soledad del inmenso Altiplano encontramos otros portales monolíticos más pequeños y aislados; carecen de ornamentación. La Puerta del Sol es con mucho el más importante y el de más interés para la historia del arte. Algunos elementos de su iconografía se propagaron por todo el Perú y parte de Bolivia; los relieves que decoran su entrada propiamente dicha simbolizan sin duda fenómenos cósmicos, expresados plásticamente. Se han dado innumerables interpretaciones de la Puerta del Sol; muchas de ellas parten de la hipótesis de que se trata de un calendario.


Cerámica 
El estilo Tiwanaku de cerámica presenta detalles simétricos, es realista y con una combinación de los colores negro, ocre, rojo, blanco y gris. El tipo más común de vasija es el “kero”, decorado en uno de los lados con una cara de formas aparentemente humanas, presentada en bajo relieve. Otros ejemplos de la alfarería Tiwanaku son: botellones con cuello corto, cántaros globulares con asas verticales, cántaros de doble recipiente con asa puente, y vasijas en forma de aves y cabezas humanas. No se conocen vasijas ornamentadas con frutas o plantas. Los diseños incluyen motivos geométricos con círculos concéntricos. Entre las figuras antropomórficas, zoomórficas y fitomórficas destaca el uso de la planta del maíz.

Ubicación 
Se ubica, a 3842 m de altitud, al Sur del lago Titicaca, la zona del altiplano albergó a una de las tradiciones que aportaría las semillas del primer fenómeno imperial en esta parte del continente "El imperio Huari".








Escultura 
Con excepción de las dos estatuas de dioses arrodillados que flaquean la portada de la actual iglesia de Tiahuanaco, el resto de la escultura en piedra es siempre de apariencia arcaica y resalta apenas del bosque en que está esculpida. Y sin embargo puede decirse que ningún otro pueblo andino dominaba el arte de tallar la piedra como los escultores del Altiplano. Prueba de ello son ciertos trabajos, muchas veces en miniatura, que parecen maquetas arquitectónicas; se trata de nichos y pequeñas escaleras, cruceros escalonados e incluso pequeñas columnas redondas. Junto a estas miniaturas existen monolitos que pesan toneladas, tallados igualmente con gran delicadeza. La cantidad de pequeñas maquetas arquitectónicas que se han perdido es incalculable. Las que no se usaron en la construcción de la iglesia o de las casas aldeanas, tuvieron un final oscuro y sin gloria en el tendido del ferrocarril que va desde el lago Titicaca a la ciudad de la Paz. El relieve llano es típico de casi todas las estatuas conservadas. A veces se limita a una simple incisión de muy poca profundidad, y envuelve como un manto a algunas de las grandes figuras. Se ha mencionado muchas veces la influencia de los dibujos de los tejidos, incluso en los relieves de la Puerta del Sol y, en efecto, dicha influencia parece indudable.

Textileria 
Desgraciadamente no se ha conservado ninguna muestra de tejidos antiguos, perdidos a causa de las lluvias, frecuentes en el Altiplano. Los magnificos tapices y los mantos pintados, que se encontraron en las tumbas del litoral, deben pertenecer casi todos ellos a una fase tardía de la cultura Tiahuanaco. Conozco como única muestra de tejido equiparable al estilo clásico de la cerámica de Tiahuanaco. Por desgracia se desconoce su procedencia. Las figuras de la Puerta del Sol pueden reconocerse en otros tejidos pero casi siempre se reducen a partes aisladas, estilizadas; esto puede deberse a las exigencias de la técnica textil, aunque casi siempre se busca intencionadamente la abstracción Agricultura Las difíciles condiciones geográficas y climáticas colindantes a la zona del Titicaca obligaron a que los pobladores de Tiahuanaco desarrollaran una serie de técnicas y tecnologías que les permitieran no sólo una supervivencia, sino la posibilidad de desarrollarse y consolidar una cultura por más de un milenio.

Puerta al sol 


Sin duda la más conocida de todas las construcciones existentes en TIAHUANACO es la  Puerta del Sol (INTI PUNKU), un bloque monolítico de Andesita, roca volcánica de grano fino que toma el nombre de la zona geográfica donde se encuentra, los Andes, de poco más de 13 toneladas de peso. Mide 2,75 metros de alto por 3,84 de largo, y tiene un grosor de 50 centímetros.
En su fachada principal y sobre la parte superior existe un friso formado por cuatro bandas horizontales y divididas a su vez por una figura central de gran tamaño. 
Este hermoso portal lítico -trabajado en un solo bloque de piedra andesita de aproximadamente 10 Tn. de peso- no fue, en el pasado, una pieza aislada sino, mas bien, parte de una edificación mayor que pudo ubicarse en la cima de la Pirámide de Akapana o en el mismo Kalasasaya, donde existen varias piezas del mismo material de esta puerta.


Vídeo de la cultura Tiahuanaco 


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