Ubicación

Dentro del Santuario, y unidos a través de una sofisticada red de caminos empedrados, existen otros antiguos poblados menores así como edificios aislados que servían para alojar a los caminantes, puestos de control y tal vez los más impresionantes centros productivos conformados por terrazas agrícolas (andenes) y complejos sistemas de riego.
Historia
La construcción de Machu Picchu corresponde al momento en que el pequeño señorío Inca comenzó a crecer. Según el arqueólogo Antonio Zapata, en esta zona se definió la victoria sobre los chancas que cubrió de prestigio y otorgó el poder al Inca Pachacútec.
Existen evidencias de que éstas fueron sus tierras. Pachacútec llevó a cabo la expansión del Tahuantinsuyo y se lo reconoce como el “constructor” del Cusco. Una de sus grandes obras fue Machu Picchu. La elección del sitio debió ser hecha con sumo cuidado, pues francamente es un lugar perfecto para levantar un centro ceremonial. Se ubicaba, según el investigador Antonio Zapata, en la cadena de montañas más importante por su carácter sagrado, que comienza con el Salcantay (el apu mayor) y termina con el Huayna Picchu, y era un lugar privilegiado para observar el movimiento de las estrellas y del sol, divinidades incaicas. Además, de acuerdo con sus investigaciones, el lugar contaba con una cantera que los podía proveer de las más finas piedras de granito blanco.
A pesar de ser uno de los monumentos incaicos más importantes, todavía es muy poco lo que se conoce de Machu Picchu. Quizá estuvo habitado incluso muchos años después de la llegada de los españoles al Cusco, pero aquello es sólo una suposición.
Descubrimiento

La Estructura

El sector agrícola
El sector agrícola está dividido en alto y bajo. El alto presenta cinco recintos, la apacheta ( piedra que marca un lugar sagrado), y más de cuarenta andenes. El bajo, a su vez, tiene siete recintos, cuatro canchones y aproximadamente 80 andenes. La sucesión casi infinita de logradas terrazas agrícolas las mostraba como distintamente conectadas: algunas por escaleras conformadas por piedras empotradas en los muros de contención de las terrazas a manera de peldaños, y otras por escalinatas de múltiples gradas de piedra dispuestas a manera de corredores. El diseño de las terrazas o andenes está en perfecta armonía con las montañas que rodean el lugar, lo que le otorga aquella impresión ya mencionada de que las laderas hubieran sido esculpidas para armonizar con la naturaleza.
El sector urbano
A este sector, marcadamente diferenciado del anterior por un gran muro perimétrico, se accedía a través de una hermosa portada lítica de doble jamba -detalle arquitectónico propio del estilo constructivo inca- donde desemboca el camino que venía desde la ciudad del Cusco. Este sector está compuesto por 172 recintos de distintas formas y tamaños, comunicados por 109 escalinatas que permitían transitar por las escarpadas laderas.
Los barrios
Los recintos están organizados en forma de “barrios”, cada uno con funciones específicas de acuerdo a sus características formales y a las evidencias culturales encontradas en las excavaciones. Por ejemplo, un sector estaba destinado para depósitos, sin duda, de las cosechas del maíz o de la coca que se producía en las terrazas agrícolas. Otro sector llama la atención más bien por la cantidad de morteros de molienda (16), probablemente para la fabricación de la chicha (cerveza de maíz), tan utilizada aún hoy en el mundo andino para las festividades religiosas. Un tercer sector está conformado por las viviendas de las personas que habitaban en el lugar con el fin de realizar actividades productivas especializadas, o cultos religiosos, o la administración de la producción agrícola.
La gran plaza y los espacios sacramentales
Los recintos se complementan con una gran plaza pública en el centro del sector urbano, así como con dos plazas menores. Existen también unos edificios de evidente función ceremonial, que completan el sector urbano. Destacan sobre todo el Templo de las Tres Ventanas y el Intihuatana (5), piedra esculpida específicamente para realizar observaciones astronómicas. También se encuentra aquí un complejo sistema ritual de baños y fuentes de agua. Resulta innegable que Machu Picchu contiene una serie de objetos y paisajes que tuvieron un carácter sagrado que ponen en evidencia las creencias incaicas.
Arquitectura Machu picchu

Las construcciones han sido levantadas armónicamente sobre la superficie angosta y desnivelada de una colina bordeada por los precipicios del imponente cañón del Urubamba, en el que ruge y serpentea el río 400 metros más abajo. Machu Picchu está ubicado sobre los 2.400 m.s.n.m., en lo alto de una meseta situada entre dos picos de diferente envergadura, siendo el más pequeño, el Huayna Picchu, el que caracteriza tipográficamente el sitio. El nombre original de las ruinas pasó al olvido con los siglos. Machu Picchu es sólo una denominación topográfica, cuyo significado equivale a "cima vieja", así como Hayna Picchu significa "cima joven"; en el presente caso, la traducción debe relacionarse al concepto de volumen significando así "cima mayor" y "cima menor", respectivamente.
Desde su descubrimiento en 1911, Machu Picchu es un auténtico e insoluble enigma arqueológico. Su historia y función siguen intrigando a los estudiosos y tal vez nunca puedan ser aclaradas del todo.
Todas las edificaciones en Machu Picchu siguen el clásico estilo arquitectónico inca: construcciones con muros pulidos de forma regular y junturas perfectas entre los bloques de piedra, sin emplear mortero. Un par de datos que evidencian el nivel de perfección técnica y arquitectónica que alcanzaron son: primero que entre piedra y piedra no cabe la hoja de un cuchillo y, después, la durabilidad de sus construcciones. Han llegado hasta nuestros días, prácticamente, intactas. Ni el paso del tiempo ni fenómenos geológicos han alterado la estructura inicial.
Huayna Picchu

Se encuentra a 2,667 m.s.n.m. y abarca una extensión de 2,000 m2. Fue explorado por vez primera por la Expedición de la Universidad de Yale, la cual encontró alrededor de una docena de asentamientos. El más importante, sin duda, fue el descubierto por Hiram Bingham, quien lo bautizó como “La gran caverna”, renombrada luego como el “Templo de la Luna”. Subir hasta aquí toma aproximadamente dos horas y media y sólo se lo puede hacer hasta antes de la 13:00 hs. Es necesario registrarse en la caseta que se encuentra al comienzo del recorrido.
El “templo de la luna”

1 comentarios:
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